Trampa amarilla
1998 – 1999

– 1999. Corrent altern/Corrent continu. Espais. Centre d’Art Contemporani. Girona. (Exposición colectiva)

 

Madera, hierro y pintura amarilla.
Pared de dimensiones variables. Puerta: 90 x 70 x 237 cm.

Partiendo de una imagen visual reconocible, se construye un dispositivo escultórico que provoque la sensación de deception(*) en el espectador. La introducción de anomalías que alteren las expectativas de la pieza crea fértiles equívocos. Con su rotunda presencia visual se alude irónicamente a la imposibilidad de llegar al objetivo de representar lo irrepresentable, así como a  la fascinación por el reduccionismo cromático como síntoma del silencio rastreado por los artistas de la vanguardia. La pieza constituye un sin sentido o un doble sentido, una acción suspendida que provoca zonas intensas de atención. El color vivo pretende atraer al espectador, atraparlo, a la vez que alerta sobre la presencia visual y física del objeto y fuerza una conexión con la literalidad del título.

«Se trata no tanto de inventar una maniobra, una táctica original, como de ocultar estratégicamente la información por medio de un procedimiento de desinformación que no es tanto un falseamiento, la mentira comprobada, como la abolición del principio mismo de verdad […] Este relativismo, fenómeno de pura representación, siempre está presente en la apariencia de los sucesos, de las cosas presentes, por el hecho mismo de la interpretación subjetiva necesaria para el reconocimiento de las formas, los objetos y las escenas de las que somos testigos.»

Paul Virilio. La estrategia de la disimulación

 

 

Agujero negro
1998 – 1999

– 2001. Crisi d’Identitats. El Tint. Banyoles. (Exposición individual)

 

Cortina de nylon, proyector de diapositivas, diapositiva, proyector de recorte y detector de presencia. Dimensiones variables

El fenómeno astrofísico de los agujeros negros resulta tan misterioso como atractivo. Una porción de espacio inconmensurable constituye un polo de atracción que engulle todo lo que se acerca a su horizonte de acontecimientos. Y todo debido a una enorme concentración de masa en un espacio demasiado reducido para ella. Un espacio oscuro que existe en tanto que absorbe luz.

De un modo parecido funciona esta instalación. La proyección de una imagen – trampa sugiere la necesidad de la mirada del espectador para la existencia completa de la obra. En este caso, la imagen de una puerta negra que ha girado sobre sí misma dejando una porción de su recorrido por completar, es el objeto que necesita de la luz para existir y absorber al sujeto. Una puerta físicamente infranqueable, proyectada sobre una pantalla en medio del espacio.

Al entrar en la sala vemos un círculo de luz proyectado por un foco de recorte por detrás de la pantalla. Cuando alguien se acerca a este círculo, es captado por un sensor que activa el apagón del foco y el consiguiente encendido de un proyector con la imagen de la falsa puerta. Las interferencias de los espectadores a un lado y otro del plano de proyección crean sombras que definen la potencial capacidad de absorción de este particular agujero negro.

 

 

Eclipse
1998 – 1999

– 1999. Cuarto Cuatro. Galerie Gregoire Gardette. Nice. (Exposición colectiva)

 

Fotografía (150 x 100 cm), lámpara eléctrica, texto en vinilo, sensor de presencia y automatismo


Esta pieza pretende provocar la reflexión sobre las condiciones de percepción e interpretación del hecho artístico por parte del espectador.
A partir de la fotografía de una obra anterior (el contraluz de una esfera en un interior doméstico, delante de una ventana), se recrea una especie de eclipse metafórico. La fotografía es iluminada por un globo de luz que cae por delante de ella desde el techo, y lleva transferida en su superficie la definición de la palabra eclipse extraída de un diccionario francés.
Cuando algún espectador se aproxima a la pieza para leer el texto, activa involuntariamente un detector de presencia que apaga la luz con un fundido, no permitiendo la lectura completa de la definición. Se produce de este modo el eclipsamiento de la percepción visual de la obra y se ofrece, así mismo, la posibilidad de experimentar el significado real de la pieza a partir de su negación. Después de unos instantes de incertidumbre y oscuridad se vuelve a encender súbitamente la luz.

 

 

Emboscada
1998 – 1999

– 2000. Benvinguts a la societat de l’espectacle. ACM. Mataró. (Exposición colectiva)

 

Ventilador, luz eléctrica, tejido y serigrafía. 150 x 150 x 467 cm

Cuando hace algún tiempo me cambié de taller, encontré un rótulo de seguridad de los usados en las empresas que manipulan sustancias peligrosas. El cartel decía: PELIGRO. CUIDA TUS OJOS; alguien había tachado la palabra cuida y había grabado en su lugar con un punzón la palabra usa. Me pareció un acto anónimo muy rico por su potencial metafórico. Así es que, al cabo de un par de años, se me ocurrió recuperar ese detalle grabado en la memoria para realizar esta pieza.

Un ventilador de techo y  una bombilla instalada encima de él se encienden periódicamente cada minuto,  manteniéndose activos durante unos tres minutos; el ventilador gira a una velocidad bastante más lenta de lo habitual y de él cuelga una cortina naranja que encierra un espacio interior y lleva inscrita la advertencia de seguridad. Cuando alguien curiosea a través de la abertura que deja la cortina al rodar y se decide a entrar, descubre que en el interior la tela es de camuflaje militar y, si observa durante un corto espacio de tiempo esas máculas verdes características, deja de contemplar ese bosque que le rodea, para ser arrastrado hacia un desvanecimiento óptico debido al cinetismo de las manchas, cumpliéndose la advertencia proclamada.

Este trabajo pretende ir más allá de la pura visualidad, generando a partir de ésta un posicionamiento crítico frente a la violencia urbana, que a menudo también se identifica a partir de componentes estéticos: el color naranja o la tela militar usada en la indumentaria de algunos grupos violentos. Se usa una cierta estrategia de la disimulación, en el sentido determinado por Virilio,  en tanto que una contramedida tomada frente a la amenaza; tal contramedida depende esencialmente de su inexistencia aparente y su eficacia se sustenta en la capacidad de camuflarse en el interior del dominio enemigo sin suscitar sospecha alguna.